Electromovilidad
La AMIA reconoce que la magnitud de los cambios requeridos para la rápida transición hacia la electromovilidad, requieren del impulso y de una estrategia conjunta entre gobierno (Federal, estatal y local), academia e industria para seguir avanzando en la materia.
Ante esto, la AMIA solicitó a la consultora internacional Frost & Sullivan el estudio “Recomendaciones para una Política Nacional de Electromovilidad en México”, para tener una visión experta y neutral de los retos actuales y futuros para esta transición considerando las mejores prácticas internacionales como referencia, así como esbozar los elementos clave para la formulación de una política pública integral y de largo plazo que considere una visión multi tecnológica, es decir, vehículos híbridos eléctricos, híbridos eléctricos conectables, 100% de batería eléctrica y de celda de hidrógeno.
El gobierno mexicano se ha comprometido internacionalmente a una descarbonización hacia el 2050. En este sentido, la industria automotriz en México está completamente comprometida a continuar contribuyendo a la reducción de emisiones y a la neutralidad de carbono.
La industria automotriz mexicana tiene una serie de ventajas competitivas que posicionan a México en una situación inmejorable, y con un alto potencial para la producción de vehículos electrificados, de la mano de una transformación a tecnologías de energías limpias.